Gabriel_Pareyón

Conferencia Inaugural

Introducción a la lógica de códigos

Yo creo que, yo soy… un código: lógica, analogía y gramatología”

Gabriel Pareyón

Esta conferencia introductoria parte de dos definiciones “rígidas” (en el sentido de su ortodoxia simbólica) de lógica y código, para luego examinar el significado y la vulnerabilidad de dicha rigidez: lógica como ratio y como congruencia, y código como relaciones operativas fundamentales en un sistema de principios, reglas o leyes. La historia y la antropología de los símbolos nos permiten estudiar cómo es que la lógica y el símbolo, incluso desde esta perspectiva ortodoxa, representan un mapa (aunque muchas veces aparezca oculto) de la corporalidad humana y, sobre todo, de la intuición de la existencia de que el yo-cuerpo está constituido por una doble complejidad simultánea: la evolución-transformación de la especie general y la evolución-transformación del cuerpo singular. Por decirlo así, la historia de la lógica y del código corresponde necesariamente con esta doble evolución.

La complejidad señalada, por otra parte, es también una comunión, una armonía codal, del cuerpo colectivo y el cuerpo individual, con el ambiente colectivo (sincrónico y diacrónico) y el ambiente yo-cuerpo (la fisiología como ecología). Tenemos así que la intuición del yo es también la intuición de un contexto. Paralelismo de una gramática como ambiente y un código como conectividad de actos y objetos. Desde esta perspectiva podemos vernos en la ciencia y las artes, y en general en la cultura, como “espejos” donde nuestro propio conocimiento de nosotros mismos es la superficie reflejante y, al mismo tiempo, la ilusión de un “conocimiento general”. Nunca antes estuvimos tan cerca de esta contemplación como en la revolución informática, gracias a la emulación computacional de la realidad humana; pero nunca hemos estado tan lejos de compartir este conocimiento del conocimiento, como un proceso y un sistema necesariamente limitado y extremadamente frágil; de otro modo la educación y la divulgación científica serían las prioridades de la sociedad posmoderna, lo cual no ocurre sino de manera sectaria y casi siempre sesgada y manipulada.

La relevancia de la investigación del código como investigación de los modos de hacer y conocer humanos, está precisamente en la posibilidad de encontrarnos a nosotros mismos, con nuestras expectativas y deseos de crear, emular, proporcionar y transformar realidades humanas.